El 20 de febrero de 2009 un grupo de jóvenes entusiastas se reunía en el bar del Enzo para tomarse unas copas. De repente, como quien no quiere la cosa, fue surgiendo la idea descabellada de llevar adelante la organización de un nuevo equipo, conformado en su totalidad por tipos que nunca fueron tenidos en cuenta para participar en Rossonero o que sí lo había hecho, pero que se habían visto relegados, o sea, un grupo bastante mediocre.
En un clima de esperanza fueron pasando aquellos primeros días desde su fundación. Poco a poco se fue armando el plantel a través de la contratación de cazatalentos, que incluso tuvieron la idea de importar algún jugador coreano llamado Leo. Las primeras decisiones no fueron del todo acertadas: se eligió el nombre más pedorro que un ser humano puede elegir para un equipo y se optó por comprar una camiseta poco original que todo el mundo tenía. Sin embargo, todo se vio opacado con la gran técnica de manejo de Google de demostró tener Fernando, el publicitario, para seleccionar el escudo.
En poco tiempo el equipo quedó conformado y se empezaron a jugar los primeros amistosos. De un día para el otro, el equipo que no tenía muchas chances de meter un gol en toda su existencia empezó a ser bastante temible. Ya circulaba por los pasillos de Edeba la idea de que había un equipo que estaba llegando, y que ganaba amistosos…sólo amistosos.
Los partidos oficiales fueron pasando con un Real bastante irregular y con más derrotas que victorias. Entre los puntos salientes de esa primera etapa del equipo hay que marcar 3 cosas que determinaron desgraciadamente lo que iba a ser nuestro futuro:
1.Adán, que metió 536 goles en la historia del equipo, pero se erró el más importante contra cachengue.
2.Bucho, que se le ocurrió no marcar al 9 rival porque le dio paja en el partido más importante contra Hoy la Ponés.
3.Yo, que fui borracho y perdí toda capacidad de reflejo en el partido clave contra Angelotti.
Por éstas y algunas otras cosas es que el equipo nunca pudo aspirar al ascenso en esos primeros campeonatos. El segundo año fue bastante más triste. Con la desilusión de verse siempre en el mismo lugar de la tabla es que algunos jugadores fueron dejando el equipo y se tuvo que recurrir a todo tipo de experimentos para poder salvar las situaciones. Fue así que un día en el Real jugó el Pampa, la leyenda del tipo que jugaba de 9 y nunca entró al área. Se probaron tantos jugadores que hoy me pongo a ver la lista de partidos jugados y veo a un Nacho. Me pregunto si hasta Nacho rivero llegó a jugar con nosotros.
El futuro del Real no es muy alentador porque estamos perdiendo un jugador por día más o menos y el presupuesto del plantel se viene abajo. No hay jugadores, no hay capital para una camiseta nueva, pero tampoco hay demasiada vergüenza. Por eso, seguramente seguiremos por otro año. Después de todo, hay dos tipos de equipos: los que juegan dos años y suben 11 categorías y nosotros, que le tomamos cariño a la E y no la dejamos ni en pedo.
domingo, 20 de febrero de 2011
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